“Vi una niña deficiente mental, que esperó en nuestra partida. Una cuestión me obsesionaba: ¿no podía hacer nada por ella? Entonces no había empezado mis estudios de medicina pero, de vez en cuando, se me presentaba el recuerdo de esa chica infeliz yo deseaba hacer algo por la gente de su clase”

Así recordaba John Langdon Down un pasaje de su vida cuando, en medio de una tormenta, se había cobijado en un cobertizo.

John Langdon era un médico inglés. Era de ideas avanzadas para su época: en lo social, defendió el acceso al trabajo y el derecho al voto de las mujeres y se opuso fuertemente a la esclavitud; en lo profesional, aplicó nuevas técnicas en los lugares en los que trabajó y señaló que debía proveerse educación especial y dar oportunidades a todos los niños discapacitados (en esa época a este tipo de niños se les tenía encerrados en los cuartos de los criados, se les aislaba y se les privaba de educación). Down siempre criticó esta situación y señaló que debían recibir una formación adecuada y que incluso podían llegar a ser socialmente útiles para desempeñar determinadas tareas, independientemente de su extracción social).

 

Nació en 1828 en Torpoint (Cornwall, en el sudoeste de Inglaterra). Allí fue a la escuela hasta los catorce años y luego empezó como aprendiz de su padre, hasta que a los 18 años de edad se trasladó a Londres, pero fue a la muerte de su padre, cuando Down contaba 25 años, cuando empezó a estudiar medicina. Se licenció en 1856 y dos años más tarde, después de obtener el doctorado, fue nombrado director médico del Royal Earlswood Asylum para “idiotas” (en terminología de la época) en Surrey.

En Earlswood actuó como psiquiatra, psicólogo, trabajador social, supervisor y administrador. Adoptó medidas novedosas: enseñó a los residentes a utilizar los cubiertos; suprimió los castigos; estableció un plan para que los niños aprendieran a controlar su comportamiento; mejoró las instalaciones; proporcionó una amplia gama de juegos y de entretenimientos a los niños…

En 1860 se casó con Mary Crellin. Fueron a vivir al asilo y se convirtió de inmediato en una voluntaria.

Tras diez años de trabajo en Earlswood, en 1868, volvió a Londres y creó una institución para la educación de niños con enfermedades mentales de familias ricas. Llegaron a tener más de cien niños. Había talleres y se practicaban varios deportes. Tenía un teatro y se prefirió al personal que supiera música, cantara o tocara algún instrumento. Down, no obstante, atendió a niños pobres hasta su muerte en 1896 y fue consultor de un dispensario sin salario.

 

Descripción de la “Idiocia mongoloide”

Down era un hombre de ciencia que buscaba el porqué de las cosas. Durante su trabajo en Earlswood, recogió todo tipo de datos clínicos y de las autopsias de los que fallecían. Además, conoció la clasificación antropológica de Blumenbach (caucásicos, etíopes, malayos, indios americanos, y mongólicos), que aplicó a los residentes de Earlswood. 

Fruto de su trabajo, en 1866 publicó un artículo titulado "Observations on an Ethnic Classification of Idiots" en el que presentaba una descripción minuciosa de un grupo de “pacientes” con discapacidad intelectual que mostraban características parecidas: las características faciales, la anormal coordinación neuromuscular, las dificultades que mostraban con el lenguaje oral, así como la asombrosa facilidad que tenían para imitar a los médicos, además de su gran sentido del humor.

Probablemente influido por las ideas darwinistas, Down pensó que era un retroceso hacia un tipo racial más primitivo, una forma de regresión al estado primario del hombre. Sus rasgos le recordaron los mongoles, nómadas de la región central de Mongolia, que entonces se consideraban “primitivos” y poco evolucionados. Por ello le denominó “Idiocia mongoloide” y los describió así:

“El pelo no es negro, como en el Mongol verdadero, sino de un color pardusco, lacio y escaso. La cara es plana y amplia. Las mejillas son rotundas y se extienden a los lados. Los ojos se colocan oblicuamente, y su canto interno es más distante de lo normal. La grieta palpebral es muy estrecha. La frente se arruga transversalmente con la ayuda constante de los elevadores del párpado. Los labios son grandes y gruesos, con grietas transversales. La lengua es larga y áspera. La nariz es pequeña. La piel tiene un leve tinte amarillento sucio, y es deficiente en elasticidad, dando el aspecto de ser demasiado grande para el cuerpo”.

De acuerdo con la teoría de Darwin, Down buscaba explicaciones científicas y naturales para las anomalías congénitas que se achacaban entonces a razones divinas. También pensó en un principio que ciertas enfermedades de los padres podían originar este síndrome y en trabajos posteriores señaló que la tuberculosis durante el embarazo podía romper la barrera de las razas y ocasionar que padres europeos tuvieran hijos orientales.

Uno de sus hijos, Reginald, describió algunas características más de la lista de rasgos físicos asociados al síndrome de Down, como su peculiar pliegue palmar.

El término "mongolismo" se extendió a lo largo del siglo XX hasta que en los años sesenta varios científicos señalaron que era inadecuado y se propuso, entre otros, el de "trisomía del par 21" o síndrome de Down. Aproximadamente 100 años después, en 1958 Jérôme Lejeune descubrió que el síndrome es una alteración genética en el mencionado par de cromosomas.

Articulo tomado de  Down Berri